Cuando mentes maquiavélicas se ponen en funcionamiento, suelen ocurrir cosas como ésta. De la unión de un Ford Mustang y de un Holden HQ nace lo que vemos en la imagen (pintado en gris), el Folden. F de Ford y olden de Holden, la división australiana de General Motors.
La mentes maquiavélicas son Robert Taylor y Jono Pryor, conductores del programa de radio neozelandés Drive de la cadena de radio The Rock FM. La idea la sacaron de sus oyentes, que se decidían, tras una encarnizada batalla, cual de las dos marcas era “la más mejor del mundo mundial”. ¿La solución? Juntar las dos marcas en un mismo coche, el Folden.
La parte trasera es de un Holden HQ de 1970 y la parte frontal es de un 1969 Ford Mustang y la verdad, el resultado es bastante mejor de lo que me esperaba cuando he visto la primera imagen. La potencia la pone un motor V8 302 de procendecia Ford. Para que aquí el óvalo lleva las de ganar.
La verdad es que el invento este del Folden se hace difícil de concebir en un principio, pero bien mirado, no parece que esté demasiado desproporcionado. A fin de cuentas, los coches de origen son contemporaneos y aunque sean de grupos automovilísticos diferentes, el resultado es más que pasable.
Para construirlo se han invertido más de 800 horas de trabajo y la inversión en capital económico asciende unos 90.000 dólares neozelandeses, que al cambio vienen a ser poco menos de 50.000 euros. Que no es moco de pavo, la verdad.
Aunque está a la venta a través de una subasta, lo invertido no se va recupar puesto que los beneficios de la venta del Folden irán destinados a la Fundación Neozelandesa de Salud Mental, concretamente a la organización Out of The Blue, creada para ayudar a la depresión masculina.Irónico…
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